He leído sus propuestas y me parecen muy interesantes. Echo de menos, sin embargo, miradas diferentes, distintas, sobre las políticas dirigidas al control del gasto público.
En estos momentos, cuando se elevan voces preconizando un recorte del gasto público, que no de la inversión, cuando ya algún país europeo, caso Irlanda, parece que esta aplicando o va a aplicar, entre otras medidas de austeridad, un recorte, bajada, en los salarios de los empleados públicos, puede que fuera una ocasión, la ocasión, para analizar y estudiar la posibilidad de aplicar un ERE, como el establecido en RTVE o por la Banca, por parte de la Administración del Estado.
Antes que nadie se rasgue las vestiduras, quisiera decir que dicho expediente, por supuesto, tendría que tener un carácter voluntario para aquellas personas que quisieran acogerse a él, qué debería cumplir determinados requisitos de edad, a los que yo añadiría y de años de cotización, y qué, en todo caso, sería la empresa, en este caso el Estado, quien tendría que correr con los gastos de las prejubilaciones hasta la edad de jubilación. De esta forma, se facilitaría atacar uno de los males de la Admón. Central, el envejecimiento de la plantilla, problema ya planteado, en su día, por Jordi Sevilla y luego, no se sabe muy bien el porqué, arrumbado.
Por otro lado, el ahorro en costes saláriales que para la empresa, Estado, supondría dicho plan de prejubilaciones, podría dedicarse a compensar y neutralizar las nuevas medidas de austeridad, recortes, que quizá tengan que plantearse lo que podría facilitar la aceptación del ERE por parte de los sindicatos, máxime si se contempla la voluntariedad del citado plan.